Quien piensa que al culminar los estudios de derecho ha concluido su vida de estudiante, está por demás equivocado. Don Genaro David Góngora Pimentel nos demuestra que para el recién egresado el camino para formarse como abogado apenas está empezando, y que luego de cubrir formalmente los créditos universitarios, la vida de estudiante continúa, sea en los estudios de posgrado o en la actividad profesional, ambas exigen del recién egresado una ardua labor de actualización, de especialización, y sobre todo asumir las obligaciones que la práctica y la academia imponen. Es sobre todo una gran obra que debe motivar a todo aquel que desee ser abogado y con orgullo presentarse como egresado de la Universidad Nacional. |