Artículo de: Tomo LIX    •    Número 252   •    Julio-diciembre, 2009

 

DISCURSO CON MOTIVO DE 55 AÑOS DE PROFESOR EN LA FACULTAD DE DERECHO DE LA UNAM*

Raúl CARRANCÁ Y RIVAS**

 

S

ON MUCHOS AÑOS los que se requieren para la formación y hasta trans­formación del maestro universitario; es mucho el tiempo para forjarse, para reducir a cultura el conocimiento disperso, para hacerlo un modo o estilo de vida. Publio Juvencio Celso dijo: Ius est ars boni et aequi. Es que el Derecho, lo justo, se identifica con lo bueno. En consecuencia la injusticia es mala, razón por la que el Derecho dentro de esta concepción es una idea superior de profundo contenido axiológico. Es un valor. La equidad, por su parte, es en Derecho la propensión a fallar por el sentimiento del deber o de la conciencia, más que por las prescripciones rigurosas de la Justicia o por el texto terminante de la ley. Es decir, siendo una disposición del ánimo para dar a cada quien lo que se merece, es también una manifestación de la Justicia natural por oposición a la mera letra de la ley positiva. En su ética a Nicómaco, Aristóteles llamó a la equidad “una rectificación de la ley allí donde la ley es defectuosa debido a sus generalidades”. En suma, la ley puede ser defectuosa, la ley es rectificable. Cicerón solía citar con frecuen­cia el siguiente adagio: Summum ius, summa injuria, puesto que es evidente que el exceso en la aplicación del derecho positivo conduce al agravio y a la injusticia. Hay que recordárselo a los que repiten de memoria: Dura lex, sed lex. La equidad en lo uno y lo otro, es la regla de oro. Pero me he referido a un modo o estilo de vida, y la cultura jurídica es esto. Es bondad comprome­tida con la acción buena, es equidad comprometida con la acción equitativa.

 

*Discurso pronunciado por el Dr. Raúl Carrancá y Rivas el día 13 de mayo de 2009, en el Aula Alfonso Caso de la Facultad de Derecho de la UNAM.

**Profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM.